¿Será una especie de magia? Siempre me lo he preguntado. No, eso es mentira, no siempre, de hecho muy raras veces. Aunque cuando lo hago es intensamente como aquellas contadas y muy recordadas veces que he dejado salir a mi interior y expresarse en lo que es llamado comúnmente amor.
Y la pregunta no era ésa, ahora se entederá y quizá la transmita pero no como mensaje sino a manera de contagio. Es que me inquieta el empezar a decir algo y terminar diciendo otra cosa sin siquiera terminar lo emprendido, quedando a medias todas mis ideas... Me gusta, pero a otros tantos no, usualmente a los extraños que creen conocerme o lo pretenden; como si yo pusiese una extraña especie de barrera imaginaria en sus mentes, ya que las hay reales.
De igual manera me sigue gustando, la corriente de mis pensamientos me arrolla al adentro de su mar y al fondo al mismo tiempo de alguna otra cosa de naturaleza distinta.
Me dicen por ello: loco, extraño, ajeno y propio a lo más ajeno, distante de lograrme dar a entender, entre otras más cosas que no recuerdo pero yo no dudaría en decir si yo fue otro y me conociese. De ningún modo tengo pensado cambiarlo puesto que me empezó a gustar hace mucho, tanto que ni recuerdo no sé si sea por el tiempo o por el enorme cúmulo de ideas que ahora seguramente lo cubren, de forma que ha pasado a ser la alfombra roja sobre la cual desfilan.
...entonces reitero y además añado: no simplemente me gusta, me encanta y fascina -como el helado del tono de su piel que me hace sentir permanentemente en invierno, como ella y la vida misma juntas en un ser siamés de forma indefinida solamente identificada por mí-.
- Antonio Quintana
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anton_immo
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